Vivir para Aprender y Aprender para Vivir

por Sabina Levin para Podcast EducandoAndo

 

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Todavía recuerdo cuando era niña, contaba los años para salir de la etapa escolar y universitaria para“dejar de aprender, y empezar a vivir”. Poco tardaría en darme cuenta que la vida es un continuo aprendizaje y que el aprendizaje solo sucede si se vive.

 

Y es que,  aunque mi vida profesional se ha enfocado en su mayoría a la educación formal, como educóloga, no puedo negar que los procesos de aprendizaje se encuentran presentes en todo momento de nuestras vidas, en diferentes ámbitos, desde que nacemos hasta que morimos.

 

A este término se le denomina “lifelong learning” o “aprendizaje permanente.” El cual, algunos tienden a clasificarlo en formal e informal, dirigido o autodirigido, y/o personal o profesional. Sin embargo el “lifelong learning” no se limita a alguna de éstas características, y aunque es cierto que casi siempre hacemos uso de este término para referir actividades post-escolares y con frecuencia de temas personales o alternativos a nuestra profesión; también, diplomados, capacitaciones del ámbito laboral, y/o clases extracurriculares que cursamos a la par de nuestros estudios académicos forman parte de esta gran sombrilla. En la misma línea una plática con amigos, una experiencia en tu vida, un buen libro o una película pueden cumplir con el mismo objetivo el cual se resume en: tener voluntad de aprender.

 

A mí realmente me gusta entender el lifelong learning, como una actitud ante la vida. La capacidad de entender que cualquier experiencia o interacción, ya sea con un objeto o con un sujeto, puede generar aprendizaje si pasamos por el proceso cognitivo de cuestionar y relacionar los esquemas de pensamiento previos, construimos nuevos conceptos, procedimientos y/o actitudes, los  incorporamos en nuestra vida y reflexionamos sobre cómo fue que se generaron esos nuevos aprendizajes, para así identificar recursos y estrategias empleadas, y volver a repetir el proceso una y otra vez.

 

Para ser más concreta, todos tenemos la capacidad de aprender y reprender a lo largo de nuestras vidas, ya sea al escuchar un podcast, ver una serie en Netflix o  tomar un curso en línea. Pero también, podemos aprender de las situaciones complicadas de nuestro día a día,  la plática con gente que tiene más experiencia o al escuchar diferentes perspectivas a la nuestra. De hecho, una de mis formas favoritas de ser un lifelong learner es enseñar, y de aquí mi frase favorita: “Teaching means learning twice”. Todos los profesores estarán de acuerdo conmigo que cuando uno se dispone a enseñar un tema, aprendemos más del tema, aprendemos más de nosotros mismos a la hora de quererlo verbalizar, y también aprendemos de las reacciones e interpretaciones de nuestros estudiantes.

 

Aprender para vivir

 

Ser un lifelong learner, es la única manera de sobrevivir en un mundo cambiante. Ya lo dijo Darwin, alguna vez, "las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las más rápidas , ni las más inteligentes, sino aquellas que se adaptan mejor al cambio”. Y la adaptación es aprendizaje.  Aprende para vivir, y vive para aprender.

 

Sabina Levin

Directora y Fundadora

Learning Design Center

learningdc.com