Cuando se habla de “innovación” generalmente lo asociamos con el mundo de los negocios y la industria, sin embargo, la educación abraza este término desde todas sus dimensiones.
Cuestionarnos lo que sabemos, desarrollar nuevas ideas y formas de hacer las cosas son los primeros pasos para innovar. Los colegios no deberían de estar exentos de esta exigencia, y es la sociedad y los educadores quienes deberían asegurar que esto suceda.
Y aunque siempre hay elementos dentro de un colegio, como lo son estudiantes o algunos maestros que muestran estos rasgos de curiosidad y hambre por experimentar nuevas oportunidades; hay algunos otros miembros de la comunidad que pueden resistirse al cambio.
Para poder trabajar y realmente marcar la diferencia, la innovación debe implementarse a mayor escala.
La innovación en todos los sectores se define como una mejora al sistema actual. Hoy más que nunca la innovación en educación debe traducirse en un incremento de la calidad educativa. Y por calidad educativa se entiende el hacer más accesible el aprendizaje relevante en todos los estudiantes. 
Pero, ¿por dónde empezar?
Las innovaciones en educación están en muchas áreas y vienen en muchas formas. Algunas de las áreas por donde se puede empezar a innovar son:
Profesores:
Los profesores innovadores son aquellos que se asumen como diseñadores de experiencias que propician y median el desarrollo de habilidades, el descubrimiento de conceptos, motivando a sus estudiantes a ser creativos y reflexivos.
Los profesores innovadores:
- Combinan la pedagogía con tecnología.
- Crean un entorno donde los estudiantes pueden sentirse libres para pensar, interactuar y proponer.
- Personalizan las experiencias según los procesos de aprendizaje de cada estudiante.
- Celebran el error.
- Presentan a los estudiantes retos o desafíos de la vida real.
El desarrollo profesional de profesores es fundamental para que los profesores asuman nuevas perspectivas ante el aprendizaje y empiecen a visualizar nuevas posibilidades. Unirse a comunidades de educadores innovadores puede ser fuente de inspirador. 
Estudiantes:
Los estudiantes innovadores son aquellos que se asumen como agentes de cambio, que permiten equivocarse y son creativos al proponer soluciones. Son estudiantes que se implican con el mundo el real y en el camino de hacer algo por ellos mismos y por los demás aprenden.
Aquí algunos ejemplos de recursos que utilizan para aprender.
Tecnología:
Y aunque el uso de la nueva tecnología solo es una pequeña parte de la innovación y no define si un colegio es innovador en sus prácticas o no, sí ayuda a los estudiantes y maestros a enseñar y aprender desde cualquier lugar del mundo.
El mundo globalizado en el que vivimos hace uso de la tecnología y la educación debe integrarla de manera estratégica en el mayor grado posible. La visión de aprender con tecnología, según Apple, por ejemplo es lograr experiencias más conectadas, más creativas, más colaborativas y más personalizadas. 
Algunos colegios deciden usar diferentes sistemas de gestión de aprendizaje, para involucrar a los estudiantes y profesores. Algunas actividades y recursos son:
- Clases o conferencias por video llamadas.
- Aplicaciones para monitorear el trabajo de estudiantes como 
y 
- Proyectos Creativos con uso de Multimedia.
- Reuniones en Redes Sociales para promover el Desarrollo Socio-emocional.
- Comunidades de Aprendizaje Profesional.
Las innovaciones tecnológicas tienen sus beneficios y desafíos. Es por esto que buscar un ecosistema de fácil implementación, que proteja la seguridad de los estudiantes, y que realmente apoyen las
prácticas docentes. Revisa esta 
Espacios:
La innovación en los espacios de aprendizaje, se visualiza con ambientes más libres, flexibles que propicien la colaboración.
Tanto el mobiliario cómo la tecnología permite el movimiento y su uso creativo.
Administración:
La innovación educativa, ya sea con tecnología, o en la pedagogía misma, requiere tiempo y espacio para la experimentación y una alta tolerancia a la incertidumbre.
La ruptura de paradigmas es lo más complejo de la innovación. A la mayoría nos gustan los frutos de la misma, pero pocos líderes son capaces de fluir y promoverla.
Algunos recursos que pueden ayudar son:
Si al final optamos por crear una escuela innovadora, podemos estar seguros que se reflejará positivamente tanto en el desempeño académico de estudiantes, en permanencia de profesorado, aumento matrícula y finalmente en la sociedad.
Sabina Levin Garcia
CEO and Founder LDC
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