El pensamiento visible es un marco de metodologías y rutinas creado por Proyect Zero de la Universidad de Harvard. Proyect Zero, desde hace 50 años tiene la misión de comprender y mejorar el aprendizaje, el pensamiento y la creatividad de los individuos y grupos en las artes y otras disciplinas.
El pensamiento visible ha tomado fuerza en los últimos años, cuando se entendió que una educación basada en la memorización de conceptos y teorías, se vuelve rápidamente obsoleta en un mundo cambiante y volátil. Por ello, los educadores saben que es vital que su estudiante aprenda a aprender.
La cultura del pensamiento visible incluye rutinas y mini estrategias donde a lo largo de las clases los estudiantes van haciendo visible el pensamiento tanto para ellos mismos, como para sus compañeros y los maestros. Esto permite que todos los involucrados busquen ir más profundo en los procesos cognitivos, buscando un aprendizaje rico y sustancial según el nivel de desarrollo.
Estas rutinas no son exclusivas del aula, se vuelven automáticas y se trasladan a la vida cotidiana, a todos los grados y áreas de contenido.
La tecnología, en este sentido, ha venido a facilitar la generación de oportunidades para que los estudiantes hagan visibles sus pensamientos. Con tecnologías tan poderosas e intuitivas como el iPad y la Mac, los estudiantes son capaces de generar grandes evidencias de su pensamiento y demostrar la comprensión de contenidos de múltiples maneras. La forma en como pueden compartir sus evidencias, de una manera sencilla a través de Airdrop o utilizando el Apple TV en el salón, enriquece el pensamiento al ver resultados auténticos y originales, además, la comparación y contraste favorece el aprendizaje.
Cuando el pensamiento es visible en las aulas, los estudiantes están en condiciones de ser más metacognitivos, de cuestionarse sobre qué recursos emplearon, ya sea materiales actitudinales y/o cognitivos y así cuando tengan una nueva oportunidad de aprender, podrán recurrir a ellos.
La riqueza de explorar contenidos en lugar de memorizarlos, consiste en que los maestros también pueden mediar el proceso y darse cuenta si hay algunos conceptos erróneos, si carecen de conocimientos previos, cuál es su nivel de desarrollo proximal y el grado de comprensión que están alcanzando.
Además, cuando se incorpora tecnología en las rutinas o estrategias de aprendizaje visible, por ejemplo hacer una tabla S.Q.A, hacer un organizador gráfico, un diagrama de Venn o un dibujo que represente el concepto se desarrollan de manera transversal las habilidades digitales necesarias para el contexto de hoy. Por lo que unir estos dos grandes elementos nos acerca a las mejores prácticas de innovación educativa.
Las actividades de pensamiento visible con tecnología, pueden incorporar habilidades de pensamiento de orden superior, como los son el análisis, la síntesis, manejo de información, toma de decisiones, evaluación y la anteriormente mencionada, metacognición.
Un excelente ejemplo de una actividad que hace el pensamiento visible es el código. Aprender a programar desde temprana edad es posible, pero además te hace experto en analizar tu pensamiento, reflexionar y ajustar, haciendo un círculo de aprender-reaprender.
Además del incremento en la participación de los estudiantes, la creatividad y la integración de la tecnología y el marco de pensamiento visible, permiten reunir evidencias para evaluar los estándares de aprendizaje que la currícula de cada país intenciona.
Sabina Levin
Learning Design Center
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